El tiempo se detenía. Cada objeto, cada forma, era un descubrimiento. Tus sentidos eran una ventana abierta de par en par, y tu mente, una auténtica esponja.
Son Carmen y Dolors, y con Petit Boum trabajan para que los niños puedan seguir maravillándose y aprendiendo mientras juegan. Libres y a su ritmo. Lo hacen diseñando botellas sensoriales llenas de color, de luz y de magia.